¡Departamento de Márketing en la O.M.S. ya!
Este sandiazo va dirigido a la OMS (Organización Mundial de la Salud) para que por favor se adecue a los tiempos que corren y cree ya de una vez un Departamento de Marketing en condiciones y así no vuelvan a confundirnos y liarla con las marcas y nombres que van adoptando para cada una de las enfermedades, pestes, epidemias, virus o alergias que vayan saliendo o inventándo… (perdón descubriéndose).
Tras la irrupción de esta nueva pandemia (por cierto denominación a la que auguro ser una firme candidata a suceder como nombre de pub o discoteca de extrarradio a las ya «trilladas» ozono, tomahawk o twister); la OMS ha vuelto a no estar a la altura de las circunstancias y ha vuelto concatenar una serie de errores lamentables a la hora de informar a la población, incapaces -siquiera- de buscar una denominación adecuada.
En primer lugar arremeten impunemente contra los pobres productores de fuets y lomo embuchado, al llamarle «fiebre porcina«. Inmediatamente bajan las ventas y algunos mercados aprovechan que el Pisuerga pasa por Moscú inventándose nuevas barreras comerciales a fin de favorecer a sus productores locales.
No teniendo suficiente, estigmatizan a todo un país poniéndole el gentilicio al lado del nombre de gripe o virus que eso, junto a las debidas imágenes de gente con máscaras y hospitales abarrotados; es, sin duda, el mejor eslogan para que te entren ganas de hacer turismo por ese país. (Sólo superado al que creó el Gobierno vasco cuando decía aquello de «vén y cuéntalo!«)
Cerciorados de sus desatinos, vuelven al sitio del que no tendrían que haber salido nunca y hacen valer su condición de galenos, para buscar la combinación de letras, números y símbolos más complicada que pueda existir. Con ello, hacen que la población se relaje, porque no nos engañemos no es lo mismo poder padecer «peste porcina» o «gripe mexicana» que el de leer una noticia sobre la propagación del virus AH1N1, que parece que no dejaría de ser un nuevo virus informático de esos que te entran en el sistema operativo si abres un correo electrónico que te invita a que conozcas chicas calientes que quieren pasar una noche de lujuria contigo.
Conclusión: que al final nos hemos cargado a la industria porcina; a los restauradores mexicanos (no digamos si encima están especializados en chamarro al horno) y a los hoteles de la Riviera Maya.
Verificándose paralelamente para más inri que la epidemia ni se gestó en Mexico, ni se propaga por la ingestión de carne de cerdo.
Mientras estos se arruinan, otros se forran a espuertas: ya sean los señores que venden mascarillas, las compañías farmacéuticas que producen antigripales o los encargados de seguridad de los aeropuertos que ahora además de verificar los visados, si llevamos una bomba u otro tipo de armas de destrucción masiva como un bote de Blumme de más de 100 ml.; desde ahora incrementarán su oferta de servicios para también dedicarse a ver que tengamos la temperatura corporal normalizada,… ¿seremos puestos en cuarentena caso que nos toque un vuelo con Singapore Airlines y esa azafata y su sonrisa nos genere un incremento de temperatura inaceptable?
Pues mira por dónde al final podemos resolver que no es que la OMS no tuviera Departamento de Marketing no; es que, en una de estas operaciones de outsourcing institucional que tanto se lleva últimamente para reducir costes, sólo lo ha externalizado. Parece ser que, además, el mencionado Departamento es el mismo que el de los siempre comprensivos y nada lucrativos lobbies farmacéuticos y/o corporaciones de prestación de servicios en seguridad.
De todas formas, al virus más mediático del año le tenemos que dar un nombre. Siendo así, el que suscribe acabaría votando por la denominación que se está acuñando en el propio Mexico; «influenza» que quedará en la posteridad en esta cumbia que está dando la vuelta al mundo. ¿tendrá que ver el compositor algo con la OMS?
Fdo. El Lobo Estepario.