Aulua estuvo allí: Toots and the Maytals (08/04/09 – Sala Apolo Barcelona)
Con varias esperanzas acudimos al APOLO un miércoles en el que, en una ciudad que está disfrutando de un sueño futbolístico, todo parece paralizarse los miércoles y los domingos a partir de las 20:00h (Aquél miércoles Barça vs Bayern Munich).
Las esperanzas: poder disfrutar en el siglo XXI de un tipo de música que parece de otra época, del pasado, y por ello condenada a no tener hueco en el presente –reggae-. Otra esperanza, disfrutar de un concierto íntimo, con los pocos habitantes de Barcelona capaces de sacrificar una velada de fútbol prometedora por un concierto de reggae de una banda que lleva casi más de 30 años tocando, es decir, novedades pocas.
Sorpresa y grande, cuando ¾ de hora antes del inicio, pidiendo el frankfurt preconcierto de rigor, la cola para entrar a la sala ya alcanzaba hasta la Avenida Paralelo. Más sorpresa aún, cuando se colgó el sold out. En la cola, pues de todo, desde cuarentones poseídos por el rastafarismo, hasta jóvenes que, a pesar de su aparente corta edad, presumían de sus vivencias y conocimientos jamaicanos. Heterogénea acumulación de personal, que hizo más llevadera la espera, eso y el inconfundible olor dulzón de los humos propios de este tipo de saraos, que también hizo lo suyo.
El repertorio de Frederick «Toots» Hibbert se intuía predecible, y todos allí buscábamos que esa predicción fuese realidad. Sin más aspiraciones. Poder bailar «Pressure Drop«, «It’s you«, «Monkey Man«, «Louie-Louie«, clásicos que han sido versionados por infinidad de bandas, y que han influenciado el reggae-ska de medio mundo.
Con la gente entregada a danzar desde el primer tema, no hubo sorpresas en el show de aproximadamente horita y poco de duración. Suficiente para dejar tanto al personal, como al mismo local, agotado y sudado (casi saco una foto de las paredes de la Sala Apolo completamente sudadas por la congestión del personal, para verlo…).
Le costó poco ganarse al fácil y poco exigente público, y más con la vitalidad y energía que presentaba en el escenario. A su manera no paró de bailar en ninguna de las canciones (ojo al dato, el tipo tiene 65 añazos), y es muy de agradecer su infinita paciencia ante las diversas, y al final cansinas, invasiones de público (en la última, si no habían 20 tíos encima del escenario bailando no había ninguno… ).
Toots and the Maytals actuando en Volkshaus, Zurich – 1982
Se sintió el tipo querido y quiso corresponder, aunque al final, en mi opinión, se le fue de las manos, pues en el bis («54-56 was my number«) se pasó casi más de 5 minutos firmando camisetas que el público le iba tirando. Aquello parecía más la firma de libros de un escritor en la Rambla en pleno Sant Jordi, que no un concierto.
En definitiva, la gran mayoría nos fuimos contentos – más de 3 con un garabato en su camiseta- todos sudados, con agujetas en los gemelos de bailar muchos imprescindibles jamaicanos, y satisfechos de ver que aunque el reggae – en su vertiente más clásica- es o parece música de otra época, sigue manteniendo vigentes todas los puntos que lo hacen de él una música bailonga, divertida, fraternal, calurosa y hasta un punto onírica.
Serán els «aromes de montserrat«?.
Sin duda, una noche de miércoles redonda (Barça 4 – Bayern Munich 0).
Escucha, baila y comparte-
Nos vemos.
Saludos.
Eloi Corchea