Sensaciones del Festival Contempopranea 2009
Segundo día de Contempopranea. Tras un primer asalto más que interesante y todavía sin digerir (brutales Catpeople, Lori Meyers y Vetusta Morla…), nos costó encontrar el tono físico y las fuerzas para encarar el segundo día. Y eso aún mediar la indispensable siesta (con subida al Mont Ventoux en el tour incluida). Se tiró, pues, de oficio y veteranía para superar la resaca, y la temida calor extremeña de un mes de julio a las 17:00 h. (mala combinación, como todos sabéis).
— Nota-Advertencia: No es broma, los bares de Badajoz no abren por la tarde hasta las 19:30 h, es real, por lo menos en el mes de julio -ahhhhhggg—-.
El equipo, viendo el día que teníamos por delante, optó por un inicio alegre con un par de copas tomadas en la animadísima plaza de Alburquerque. Sorprendente mixtura esta, la de los modernos, con nuestras camisetas demasiado originales y con la tontería alcohólica permanente en la cara, compartiendo tarde y mesa con unos lugareños expertos en el dominó, groupis de los “sol y sombra” de sobremesa y superdotados del palillo. Debían sonar ya por aquellas horas los temas de Febrero, los primeros de la tarde, que optamos por dejar sonar, sin asistir, hasta que el cuerpo no estuviera bien templado.
Y además hicimos turismo. Optamos por contemplar el bonito atardecer extremeño desde el castillo del pueblo, bien iluminado – ya a nuestra altura- y testigo privilegiado de las anteriores 13 ediciones de este festival. Unos litros adolescentes compartimos con él, mientras se completaba el avituallamiento en forma de unos exagerados bocadillos de jamón de la zona. Risas y primeras derrapadas de nuestro particular líder de la montaña —- nuestro Lobo estepario, cuya inverosímil popularidad entre varios asistentes del festival crecía a ritmo de la ingesta de birras entre el personal, hasta se hacían fotos con él por ser “guai”…—.
Eloi Corchea con Axel Pi, batería de Sidonie
Y es que el Contempopranea debe ser así, capaz es que te encuentres a Santi Balmes o a Axel Pi tomando una copa en la barra antes de empezar a tocar, como que la gente que conociste el viernes, se acuerde de ti y te invite a una copa el sábado comentando los conciertos de ayer… sí, sí genial.
Pues bien, descendimos de las laderas del castillo entorno a las 22:30 h, con gasolina en el cuerpo para contemplar la primera de las actuaciones del sábado. Atrás quedaron “Les Tres Bien Ensemble” y los pamplonicas “Half Foot Outside”, y dispuestos a contemplar a Lourdes Hernández – Russian Red– presentando su exitoso “I love your Glasses”. Cálida y preciosa voz la de la chica, en mi opinión, faltada de algunas maneras en directo (en ocasiones aparentaba estar abrumada), pero sobradísima de voz y talento…
La temperatura, y la enajenación- aumentaba a medida que se acercaba la hora de los grandes…. empezaron The Wedding Present a las 00:00. Inicio de un nuevo día para los vampiros, inicio del verdadero “pastel” de la segunda jornada. Veteranos, y la verdad sea dicha, no muy escuchados por los que en aquellos momentos se encaramaban al escenario. En mi -ya a aquellas horas, perjudicada opinión- sonaron de escándalo los ingleses, aunque la indiferencia del público (en clara preparación para el siguiente concierto: Sidonie) les castigó y lastró en exceso. Era curioso escuchar entre canción y canción, no el expectante silencio por ver cual será el siguiente tema, o los silbidos y aplausos (sólo en las primeras filas)…la tónica general fue la del murmullo barero pre-fiesta, demasiado.
No obstante, para el que escribe muy buen sabor de boca, con un sonido potentísimo, la veteranía y maneras de David Gedge son de envidiar, y desde luego, es muy de agradecer que un tipo de esta guisa, se te pasee despreocupadamente después de tocar por la zona de conciertos y por la barra con su copa como si fuese uno más.
Es el Contempopranea.
Escucha, baila y comparte-
Nos vemos.
Saludos.
Eloi Corchea
